Finanzas y Espiritualidad: Entrevista a Sonia Vizcaíno de Atrévete al cambio

Sonia Vizcaíno Escudero es terapeuta, con un amplio currículum. Recientemente ha creado ella misma la Terapia Reprogresiva, con la que está obteniendo excelentes resultados en su camino de servir a los demás. Javi Ferrando la ha entrevistado para Finanzas y Espiritualidad. Una conversación de lo más agradable que ha dado lugar a esta interesante entrevista con excelentes frases y reflexiones y donde Sonia da muestras de su gran simpatía.

Dices que naciste Índigo. ¿Puedes explicarnos qué es y cómo te ha afectado?
Una persona Índigo, es una persona normal y corriente, que nace con una vibración más elevada de lo normal. Hay muchos Índigo en el mundo que no lo saben. Ser Índigo “afecta” a todos los niveles de la existencia. Desde pequeña he tenido una sensibilidad especial, mucha empatía con las personas que sufren, no encajaba en grupos de amistad porque me interesaban temas y relaciones a nivel más interno, más profundo. Me sentía a gusto estando sola, leyendo, pensando, aprendiendo, observando… Una cosa curiosa que mis amigos y amigas no entendían, es que yo cuando iba al cine, iba sola, nunca entendí para qué ir al cine con gente si allí no se podía compartir, solo escuchar, como cuando uno lee, que lee solo. Se podría decir que los Índigo vivimos muy hacia adentro, no por timidez, sino por recogimiento. Somos de pocos y buenos amigos, no nos sentimos a gusto en grupos grandes donde no se puede compartir a nivel más íntimo. Lo superficial nos aburre.

 

Aseguras que desde muy pequeña buscaste respuestas al porqué del sufrimiento. ¿Las has encontrado?
Sí, claro. No las encontré de pequeña, pero si que todo lo que he vivido, me ha ido conduciendo a esas respuestas.

 

Con 23 años ya tenías estudios sobre Interpretación de sueños y Terapia regresiva ¿Qué hizo que te sintieses atraída hacia esto a tan temprana edad?
Desde pequeña había estado en unos cuantos psicólogos. Primero me llevó mi madre y luego cuando ya trabajaba, iba yo buscando respuestas sobre qué hacía que yo fuera como era y me sintiera tan diferente a los demás. Como no encontraba respuestas en la psicología, empecé a buscar otros caminos, y conocí a una persona con la que hice varias sesiones de regresiones, y nos convertimos en “amigas”, así que asistía a sus cursos gratis, y a cambio la ayudaba con la organización de los mismos.

 

Psicología, Master en Coaching, PNL Practitioner, Coaching Sistémico, Ho’oponopono, Kabalah, El Eneagrama, 1er nivel de Reiki, Sanación Zen, Curso de Ley de la Atracción, Interpretación de sueños, experta en la terapia de la aceptación y en las relaciones como espejo. Tienes un currículum como para escribir un libro. ¿Realmente hacen falta los cursos para que el ser humano experimente el camino de «vuelta a casa»?
¡Y te falta el último! ¡La técnica de Matrix Maestra! Jaja. Con todo esto junto, he creado la terapia reprogresiva.
Realmente no hace falta ningún curso para experimentar el camino del que hablas, tan solo hace falta vivir con consciencia, darte cuenta de lo que haces y dices en cada momento, y de los resultados que obtienes con ese comportamiento. Antes de empezar mi aprendizaje con las diferentes técnicas y cursos, una persona me dijo que no me hacía falta estudiar nada, que todo lo que quería saber estaba dentro de mi, pero yo quería llegar a los demás y tenía la creencia de que si no demuestras con títulos lo que sabes, la gente no se lo cree, por eso empecé a estudiar, y es algo que engancha, siempre quieres saber más para hacerlo mejor, para dar lo mejor de ti mismo. El camino de vuelta a casa, es simplemente entrar en el fluir de la vida, y para conseguirlo, hay que desmontar muchas creencias heredadas o aprendidas. Es como hacer una reprogramación de la mente. Todo lo que yo he estudiado, ha sido a la vez conocimiento y experimentación propia. Si uno no experimenta en su propia vida el camino del cambio, no se lo puede ofrecer a otros.

 

¿Cuál es la diferencia entre conocimiento y sabiduría?
Creo que el conocimiento se puede aprender hasta donde se ha descubierto, nunca acabas de tener todo el conocimiento sobre un tema o una persona, porque todo está en constante evolución. La sabiduría es algo que nace de dentro de uno mismo.

 

¿Hasta qué punto llegamos a crear nuestra propia realidad?
¡¡¡Hasta el infinito!!! Hay tantas realidades como personas. Lo que pasa es que grupos grandes de personas pueden compartir un trozo de su realidad y ponerse de acuerdo en que eso es una mesa o una montaña, y en otras muchas cosas verán las cosas de manera diferente. Lo que llamamos realidad no es más que nuestra percepción de cómo son las cosas, por lo que hemos ido aprendiendo de las personas con las que hemos crecido y de nuestra propia experiencia. Nos han enseñado a seguir lo que ya está escrito y definido por otros, como la realidad. A nadie se le ocurre llamar silla a una mesa, o decir que un animal que vuela es un avión. Hay una historia sobre Colón, que dice que cuando llegó con sus barcos a una isla en la que no habían visto un barco en su vida, al verle le preguntaron asombrados de dónde había salido, cómo había llegado hasta allí, Colón les señalo los barcos y ninguno de ellos los podía ver. Colón les explicó cómo eran los barcos, sus características, sus medidas, su material, y uno de los habitantes de la isla lo imaginó en su mente y dijo que ya podía verlos, entonces, al mandar esa imagen al campo de información que compartía con los demás, poco a poco todos pudieron ver los barcos. Esto escenifica muy bien, como solo podemos ver lo que otros nos han enseñado antes, por lo tanto, también podemos ser los primeros en crear nuestra propia realidad, deshaciéndonos de lo aprendido y creando lo que queremos ver, primero en nuestra mente. La mente no diferencia lo real de lo imaginario, por lo tanto podemos proyectar fuera lo que vemos dentro. Es volver a jugar como los niños, recuperar la inocencia de que todo es posible.

 

¿Son las sincronías señales para llegar a nuestro propósito?
Yo diría que las sincronías son la parte final, el desenlace. Para llegar a nuestro propósito, primero tenemos que saber cual es, y saber cual es, es tan fácil como preguntarse ¿Qué es lo que haría si no tuviera miedo? Lo único que nos aparta de nuestro propósito son los miedos. Si nos damos permiso para imaginar nuestra vida ideal, aquello que nos apasiona, que nos hace vibrar… todos tenemos una idea de lo que es. Lo que sucede es que lo descartamos antes de intentarlo por nuestras creencias limitantes, nuestros miedos, el qué dirán o pensarán los demás… Cuando nuestra alma está preparada, nos manda señales para que nos demos cuenta de que estamos tomando el camino del sufrimiento por ir en contra de nuestro propósito, y es cuando ya aceptamos el cambio, cuando se empiezan a dar las sincronías que nos van guiando de manera natural y fluida como si fuera magia.

 

¿Todas las personas tenemos un propósito?
¡Por supuesto! No hay nada ni nadie que falte o sobre en la Tierra. Cada uno tiene su función en este gran puzzle que es la vida en la Tierra. Y no hay propósitos mejores que otros, o de más alto nivel.

 

¿Libre albedrío o un destino preestablecido?
Las dos cosas… jajaja. El destino preestablecido, llamémosle “final”, es aprender y evolucionar. El destino de cada persona es hacer el aprendizaje que tiene pendiente, es como la universidad de la vida. El destino final es acabar la carrera y aprobar todas las asignaturas, y como no puedes hacer una carrera en un año, tienes el libre albedrío de decidir cuantas y qué asignaturas quieres estudiar por trimestre, y además teniendo en cuenta que las puedes aprobar o suspender, con lo cual, tardarás más, o menos según lo que te apliques. La vida es igual. Tienes un destino preestablecido, y tú eliges en cuanto tiempo, de qué manera y en qué condiciones quieres llegar a él.

 

¿Por qué perdemos todas estas cualidades, que se supone que son innatas, y nos dejamos arrastrar por una vida inconsciente, mediocre y llena de quejas?
Porque si las recordáramos influirían en nuestro aprendizaje actual. Para evolucionar, necesitamos experimentar e integrar el aprendizaje hecho anteriormente de manera tan natural, que ya forme parte de nosotros mismos. Para que lo entiendas mejor: Hay cualidades que no se nos olvidan, por ejemplo, una persona que toda su vida muestra humildad y amor hacia los demás, es que ya aprendió esta lección, y quizá ahora le toca aprender a aceptar ayuda de los demás, o el aprendizaje con el dinero y la abundancia, o la paciencia, o cualquiera de los aprendizajes disponibles para todos. Los distintos aprendizajes siempre suman, no se pierden.

 

¿Todos necesitamos un terapeuta?
¿Todos necesitamos un fontanero? ¿Y un panadero? ¿Y un arquitecto? Se pueden dar todos los casos que puedas imaginar según la evolución de la persona y su aprendizaje. Por ejemplo, una persona puede aprender a hacer pan en su casa y no necesitar a un panadero en su vida. También hay millones de personas que viven en chozas o casitas de madera construidas por si mismos y no necesitarán en la vida a un arquitecto, ni a un fontanero, porque en sus casas no hay atascos de tuberías. Creo que todos necesitamos de todos, pero cada uno según sus propias condiciones de vida y necesidades de crecimiento personal y espiritual.

 

Recientemente has creado la Terapia reprogresiva ¿Cómo nace esta terapia y qué aporta sobre todas las terapias ya existentes?
Esta terapia nació de la manera más mágica que puedas imaginar. Entró en mi vida como una sincronía perfecta para traerme el mensaje de lo que yo podía hacer para mejorar el efecto y los resultados de mi terapia.
Un día, me escribió una persona de Facebook a la que no conocía de nada ni nunca había participado con ningún comentario. Me dijo que iba a estar el siguiente lunes en Barcelona y quería tener una sesión conmigo, le dije que si, tuvimos la primera sesión telefónica de 30 minutos gratis, que hago siempre como toma de contacto para asegurarnos de que fluimos bien, y en esa conversación me comentó que venía a un curso de fin de semana en Barcelona, y que su mujer no podía ir, tenía dos entradas y buscaba un lugar donde dormir a cambio de la entrada que le sobraba para el curso. Me pasó el enlace del curso y le dije que le diría algo. El curso era Matrix Maestra. Nunca había oído hablar de ello y me pareció interesante, así que le dije que le ofrecía mi casa. Fue un fin de semana de curso intensivo en el que el primer día ya empezaron las sincronías en nuestras vidas. Matrix Maestra cambiaba nuestra realidad a cada paso. Tengo muchas anécdotas que nos pasaron, pero por no alargarme, llegó el lunes y nos pusimos con su sesión de terapia tal y como la venía haciendo desde hace años. Entonces, de repente, se me ocurrió mezclarla con otras técnicas que había aprendido, y el resultado fue ESPECTACULAR. En una sola sesión logramos cambiar un hecho de su infancia que le estaba impidiendo conseguir lo que quería en la vida. Al acabar la sesión me dijo que sentía una liberación y como si su vida empezara de nuevo en ese instante. Le pedí que le pusiera nombre a lo que había vivido y le salió “Coaching regresivo”, cuando se fue, testeé el nombre y no me acababa de encajar, seguía estando la palabra Coaching y lo que había hecho no era solo Coaching. Pensé en todos los pasos que habíamos dado: Regresar al pasado, reprogramarlo y avanzar progresivamente hacia su meta. ¡Ahí estaba el nombre de mi terapia! Terapia Reprogresiva. ¡Me encanta! La define muy bien, y al añadir Matrix los resultados son espectaculares. De esto hace ya unos meses y la vida de este chico ha cambiado por completo.
La terapia reprogresiva aporta un “completo”, en una sola terapia lo tienes todo. A diferencia de trabajar solamente objetivos, o emociones, o bloqueos, o estados depresivos, o enfermedades. Con esta terapia se trabaja todo en su conjunto. Es una terapia integrativa de todo lo que forma una persona a nivel mental, emocional, físico, y espiritual.

 

Por último Sonia, te voy a preguntar sobre algo de tu vida que creo que puede ser muy útil a la gente. Estuviste trabajando de secretaria, siendo que eras buena, no conseguías asentarte en ninguna empresa, hasta que descubriste que eso se debía a que tenías un propósito que cumplir. ¿Cómo se dio este proceso y cómo diste el paso de «ir a pedir trabajo» a «ir a servir a la gente»?
Pues si, estuve trabajando durante 20 años como secretaria, en mi currículum hay más de 30 empresas “de las grandes”. Siempre trabajé en multinacionales. Las pequeñas no me contrataban porque con ese currículum decían que no podían pagarme el sueldo que se correspondía a mi categoría profesional, y las grandes, me tenían unos meses o años y siempre me acababan despidiendo por motivos de que los de “arriba” no les dejaban contratar personal administrativo fijo en la empresa. Tengo un montón de cartas de referencias de directores, recuerdo a uno que me despidió llorando y abrazándome, y en otra ocasión me dijeron que habían contratado a la mejor secretaria de Barcelona, pero tenían que finalizar mi contrato. Todo era muy raro. Mi familia no se creía que yo fuera buena en mi trabajo, pensaban que era mi culpa, y yo sabía que no, que todos estaban contentos conmigo. En el último trabajo que me despidieron, me quedé muy “tocada” y estuve unos meses sin buscar nada, estaba cansada de empezar siempre de nuevo y no conseguir la estabilidad en ninguna empresa.
Un día quería ir a una conferencia que empezaba a las 20:00 y como pensé que me daría pereza salir tan tarde de casa, me fui antes y entré a la que había a las 18:00 sin mucho interés, la verdad. Era sobre Coaching y a mi me sonaba a chino. Me gustó tanto el tema, que al acabar, pedí la tarjeta de contacto de los ponentes, y al llegar a casa les mandé un email pidiendo unas sesiones con ellos, a ver si me ayudaban a descubrir qué pasaba en mi vida con los trabajos. Hice 4 sesiones de Coaching con la chica (eran una pareja), y en cada sesión se veía más clara mi tendencia de servicio a los demás, mi facilidad para empatizar, mi ilusión y ganas de ayudar. Cuando me dijo que imaginara cómo sería mi trabajo ideal, me vi en una sala con una mesa y dos sillas, ayudando a una persona a través de las palabras, era como si fuera psicóloga o algo parecido. Mi Coach, me hizo buscar todas las opciones posibles que encajaran con aquella visión, y me decidí por el Coaching porque era innovador, y el master duraba un año. Fue como “volver a casa”, todo empezó a encajar. Me di cuenta de que hacía años había hecho un curso de psicología a distancia, el de interpretación de sueños, regresiones, tenía libros de psicología por todas partes, revistas, artículos, ¡hasta libros de PNL de hace 20 años! Desde pequeña estaba clara cual era mi pasión y nunca me había atrevido a convertirla en mi profesión. El hecho de cambiar tanto de empresa, era como si ya fuera autónoma pero en los lugares equivocados. Ahora todo encaja y la vida me lleva sola, como con el curso de Matrix que apareció en mi vida sin buscarlo. ¡Es genial! Ahora disfruto de mi vida y mi profesión. Me emociono con cada cliente que consigue salir de sus frustraciones y crear la vida que desea. Mis clientes dicen que hago magia porque después de unas sesiones conmigo, todo cambia, y a mi me encanta que así sea. Me siento como “facilitadora de magia en la vida de los demás”. ¡Dos de mis clientes me han llegado a decir que cobro barato para lo que consiguen en tan poco tiempo! Jajaja
Cuando yo estuve en el otro lado, cada sesión que tuve me costaba 150€ y de esto hace ya casi 6 años. Ahora pienso en el cambio radical de mi vida y la verdad es que lo vale.

 

Finanzas y Espiritualidad: Entrevista a Sonia Vizcaíno de Atrévete al cambio.

Acerca de Terapia Reprogresiva

Retrocede, Reprograma, Progresa. Esta es la manera más simple de definir esta nueva terapia formada por varias enseñanzas, que usadas conjuntamente, con una sola terapia puedes conseguir la vida que deseas. Trabaja a nivel emocional y energético tus bloqueos, y los resultados son para siempre. Es un aprendizaje de vida.
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